sábado, 22 de febrero de 2014

Espera la noche.

¿Nunca les ha pasado alguna vez en la noche que tienes la sensación o el presentimiento de que algo esta debajo de tú cama esperando por salir? Yo sí. 

Te agachas para asomarte y simplemente no ves nada, pero ahí está, lo sientes en el fondo de ti mismo, sientes que ahí hay algo merodeando. Lo presientes, presientes que hay algo muy oscuro esperando salir de tu cama con sigilo en la oscuridad. Yo lo he sentido, he sentido su presencia observándome por las noches, cauteloso y silencioso, con esos ojos penetrantes que no puedes definir. 
Ni siquiera puedes verlo, ya que el nunca aparecerá ante ti, es invisible para el ojo humano y solo la misma oscuridad lo puede delatar; pero ahí esta él, su respiración, sus manos más negras que la misma oscuridad tirando lentamente de tus sabanas, jalándolas poco a poco hacia el suelo, lentamente hasta descubrirte al completo, llamándote, despertándote de tus sueños, haciéndote sentir el más frío sereno dentro de tu habitación. 

Busca llamar tu atención, busca que despiertes y te vuelvas a asomar debajo de la cama pues no hay explicación alguna para el hecho de que las sabanas se caigan una y otra vez al suelo. Nadie las empuja, solo tira de ellas lentamente. Busca que te asomes, busca que sigas sabiendo de su presencia, exigiendo su existencia. 

Muchos dicen haberlo visto por las noches, ven una sombra mas negra que la misma noche pasar, moviéndose por los alrededores de la oscuridad. Otros juran que se ha quedado estático en las esquinas, siendo una mancha más notoria que las demás esquinas. Te observa, quiere que lo observes, que le temas, que estés pendiente de su sigilo pues una presa dormida no causaría nunca diversión a la hora de devorarla. Él te vigila, te observa durante meses, durante años incluso. Quiere que le diviertas, que le entretengas, que seas una presa difícil. 

Ha vivido por cientos de años y sabe bien tus movimientos, los movimientos de su dulce entretenimiento. Sabe bien que no tienes escapatoria pero le es divertido verte intentando, procura siempre notarse y jugar contigo pues en el momento en que comiences a aburrirle, tomará las cosas enserio he irá por ti como poltergeist, como una aparición, un sueño e incluso como tu mayor temor. Re-escribiendo las reglas de su juego hasta alcanzarte. Al día siguiente te encontraran muerto, dormitando pacíficamente como si tu alma hubiese dejado tu cuerpo sin dolor alguno. Sin una sola marca, sin daños a terceros incluso, pero en realidad es él, él fue el que devoro tu alma aquella noche, la comió tan gustosamente hasta secarte sin dejar si quiera una huella de su existencia.

Nadie sabe lo que es, o quien es. Solo sabemos que ahí esta y las pobres almas que lo encuentran o tienen la mala suerte de ser seleccionadas por él, son las que no tienen nada que perder, las que no tienen nada que temer, las que no les importa si mueren hoy o mañana y gustan vivir en soledad.

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